domingo, 12 de enero de 2020

SOS (parte 1)

Si tengo que resumir en una palabra esta asignatura sería SOS y no, no tiene que ver con la dificultad que pueda encontrar un alumno al cursarla, sino con que todos los actores que intervienen en el desarrollo y aprendizaje de la personalidad están pidiendo auxilio y, hasta ahora, les estamos ignorando.

Tras un cuatrimestre reflexionando sobre qué es aprender, en qué consiste enseñar, cómo los adolescentes viven su paso por el instituto, en qué falla el sistema educativo, etc., me he dado cuenta de que todo se puede resumir en una llamada de auxilio que nadie escucha. Todo parece indicar que el modelo propuesto por el sistema educativo actual no es el adecuado para que alumnos y profesores desarrollen sus capacidades pero cada septiembre iniciamos un curso nuevo en el que agachamos la cabeza, cometemos los mismos fallos y nos lamentamos de los mismos problemas.

Con esta entrada en el blog, pretendo concienciar a mis lectores de la necesidad de que levantemos la mano y en vez de SOS dígamos: "este año no me voy a adaptar al sistema, sino que el sistema se va a adaptar a mis alumnos".

Pero, ¿cuáles son mis argumentos para publicar una entrada tan alarmante? Todas las fuentes que he podido consultar durante el estudio de esta asignatura: textos ensayísticos, documentales, entrevistas a profesionales e impresiones de personas de mi entorno que actualmente se encuentran en contacto con el sistema educativo.

Para poder sintetizar todos los conocimientos adquiridos en el estudio de esta asignatura he seleccionado a 36 personas (divididas en 5 grupos distintos según el papel que juegan dentro del sistema educativo actual) y las he sometido a algunas de las preguntas que nos hemos realizado en Aprendizaje y Desarrollo de la Personalidad. Sin embargo, para no realizar un informe demasiado extenso en el que el contenido se diluya en la forma, he decidido que algunas de las cuestiones solo serán respondidas por un representante de cada grupo.

Los grupos se clasifican de la siguiente manera:

*Grupo 1: 10 alumnos pertenecientes a 6º de Primaria, 7 niñas y 3 niños. 
La importancia de este grupo radica en las expectativas que sus componentes tienen de su futura educación en el instituto.

*Grupo 2: 10 alumnos pertenecientes a 1º de E.S.O, 8 niños y 2 niñas.
Testimonios que comparten su experiencia actual cursando la educación secundaria.

*Grupo 3: 5 alumnos de 2º de Bachillerato, 5 chicas.
*Grupo 4: 5 alumnos de 2º curso de Formación Profesional de Grado Superior en Acondicionamiento Físico.
Estudiantes que han superado la educación obligatoria y que, por lo tanto, pueden valorar su paso completo por el instituto.

Grupo 5: 3 profesores de Educación Secundaria Obligatoria de distintas especialidades (latín, lengua e inglés).
Se ha incluido este grupo porque creo que el punto de vista de los docentes es fundamental para analizar el sistema educativo actual y aportar ideas de cómo mejorarlo).

Grupo 6: 3 padres de alumnos de 1º de la E.S.O. 
Este grupo puede comparar la educación que recibieron con la que actualmente están recibiendo sus hijos.

*En los grupos 1, 2, 3 y 4 se específica el sexo de los componentes ya que en la adolescencia la formación de la identidad está muy vinculada al sexo que pertenecemos.

** Los encuestados pertenecen a diferentes institutos de la comunidad de Madrid y de Cornellá de Llobregat (Barcelona). No se publican los nombres de los IES para respetar la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales.


¿Qué es la enseñanza?

La actividad que más me ha marcado a lo largo de este cuatrimestre es la representación que hicimos del concepto de enseñanza en un dibujo. Como futuros profesores, nos ayudó a conocer nuestro punto de partida, entender en qué metodología y paradigma nos encontramos más cómodos como docentes y si este es el acertado. A través de mi dibujo he podido llegar a valorar cuáles son mis puntos fuertes como profesora y cuáles me gustaría cambiar antes de iniciar mi actividad docente. Así que me pareció una buena idea reciclar esta actividad y pedirle a los representantes de cada grupo que dibujaran qué era para ellos la enseñanza. El resultado me parece muy llamativo:

Grupo 1: categoría 2.
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Grupo 2: categoría 2.
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Grupo 3: categoría 5.
















Grupo 4: categoría 2.

















Grupo 5: categoría 6.
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Grupo 6 (adjunto los dibujos de los tres componentes porque me parecen muy representativos).
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categoría 6

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categoría 2

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Según la publicación de  “Draw yourself as a teacher” de Iborra y Nogueiras (2013/2016), podemos clasificar los dibujos en las siguientes categorías:

- Categoría 1. El profesor solo con recursos profesionales y/o recursos formales. 
- Categoría 2. Situación modelo tradicional. Control, filas ordenadas y transmisión. 
- Categoría 3. Transición desde la categoría 2 a la 4. Profesor y estudiantes juntos, pero el primero se representa como principal fuente de información/disciplina, generalmente en el aula. 
- Categoría 4. Estudiantes y profesor trabajando juntos. Colaboración y contextos más abiertos. También contextos situados más allá del aula. Categoría 
- 5. Dibujos simbólicos. 
- Categoría 6. Diferentes dibujos como ejemplos de procesos secuenciales, representaciones múltiples y complejas.

La distribución de los dibujos, según las categorías propuestas, queda así:

La mayoría de los dibujos, como podemos ver en el gráfico, pertenecen a la categoría 2 y siguen un mismo esquema: profesor delante de una pizarra soltando un discurso insustancial (atended a que junto a la mayoría de las figuras docentes encontramos un bocadillo con la onomatopeya "blablabla") ante unos alumnos resignados o distraídos. Los estudiantes siempre están sentados y no interactúan, son agentes pasivos. Toda la actividad sucede en un entorno cerrado, en la clase, y en el dibujo del grupo 6, incluso, se percibe sensación de enclaustramiento representada por las líneas a modo de barrote sobre el dibujo del aula y el contraste que produce al dibujar la naturaleza en el exterior ("El mundo por descubrir que nos perdemos mientras estudiamos", declaró la autora, madre de 3 hijos matriculados en el instituto). La figura que representa al profesor siempre es de mayor tamaño, es decir, se establece una relación entre tamaño y autoridad. No existen diferencias individuales en las figuras que representan a los alumnos, estos son tratados como una "masa" uniforme. Podemos vincular estos dibujos al paradigma de enseñanza más tradicional, al conductista. Este se caracteriza, entre otras cosas, por entender que todos los seres humanos somos iguales y, por ello, todos los alumnos son capaces de aprender siguiendo la misma metodología. El poder y la autoridad, conceptos de Finkel (2008), residen en el profesor (lo que queda reflejado en cómo los participantes dibujan la figura del docente de mayor tamaño) mientras que los estudiantes adquieren un mero papel de receptores a los que traspasan la información (y no el conocimiento).

También encontramos un dibujo simbólico, perteneciente a la categoría 5, en el que el protagonismo recae en un libro de texto. Una vez más el concepto de enseñar se relaciona con la transmisión de información, de datos y no con el conocimiento.

Los dibujos que se incluyen en la categoría 6 pertenecen a 3 adultos con formación académica muy distinta (Grado Medio, Superior y licenciatura). Sin embargo, el mensaje que transmiten es el mismo: la enseñanza es el medio por el que obtenemos un título que nos permite trabajar en un determinado sector y realizarnos como adultos. En ninguno de estos dibujos encontramos como meta un crecimiento personal o el alcance de la sabiduría, simplemente títulos académicos y bienes materiales. Esto también está vinculado al paradigma conductista que se centra en la obtención de resultados, ya sea buenas calificaciones o la obtención de títulos.


Conclusión

A partir de la realización de los dibujos, las personas entrevistadas han podido manifestar de forma inconsciente qué es para ellos aprender y enseñar. Es señalable que la mayoría de los dibujos se clasifiquen en la categoría 2, representante de la metodología tradicional que tantas víctimas ha dejado durante su vigencia en el sistema educativo. ¿Qué entendemos por víctimas? Aquellos alumnos que, al no amoldarse al paradigma conductista, han sido calificados de mal estudiantes y se les ha impedido una educación superior. Lo paradójico de este asunto es que la culpa suele recaer en los propios estudiantes (de hecho, ellos mismos se autoinculpan y a menudo, cuando se les pregunta por qué no siguieron estudiando, responden: "es que era muy vago", "yo no servía para estudiar porque me distraía mucho").

Teniendo en cuenta que la identidad como docente, según Marcelo y Vaillant (2009), se empieza a construir cuando somos estudiantes y durante nuestra formación inicial, no albergo muchas esperanzas de que la metodología de los futuros profesores varíe en un futuro cercano. Parece que
,como decíamos en el inicio de esta entrada del blog, estamos desinados a impartir clase de forma tradicional: soltar un discurso apoyados en un libro de texto ante unos alumnos que solo buscan averiguar la parte más importante de nuestro discurso para apuntarla, memorizarla, repetirla y vomitarla en un examen. 

Sin embargo, en los estudios de Tickle (2000) podemos encontrar algo de esperanza. Este autor señala que en el desarrollo de nuestra identidad docente no solo intervienen las imágenes consensuadas socialmente de lo que un profesor debería hacer y saber, sino que el sentido que le damos a nuestra profesión y la actitud que adoptamos hacia los cambios educativos también juegan un papel importante. Así que, si no queremos quedarnos anclados en un paradigma tradicional en el que perdemos tanto alumnos como profesores, solo necesitamos encontrar la motivación y la valentía para crear una nueva educación más interactiva, inclusiva y eficaz. Si algo he aprendido en esta asignatura, es que enseñar no es solo transmitir conocimientos, también es guiar a nuestros alumnos en su desarrollo personal.

Bibliografía consultada:

Iborra, A. y Nogueiras, G. (2013). Draw yourself as a Teacher: Exploring professional identity from three different cultural and educational backgrounds. Centre for Biography and Education, University of Southampton. Adaptado en 2016.

Finkel, D. (2008). Dar clase con la boca cerrada. Universitat de Valencia. Servei de publicacions.

Marcelo, C. & Vaillant, D. (2009). Desarrollo Professional Docente, ¿Cómo se aprende a enseñar?. Madrid: Narcea. 

Tickle, L. (2000). Teacher induction: The way ahead. Buckingham, Philadelphia: Open University Press.

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